viernes, 22 de julio de 2011

"Jóvenes y Matrimonio". Por Jesús Generelo (FELGTB y COGAM) y Antonio Arroyo (COGAM)

Jóvenes y Matrimonio

A la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por 50 diputados del Grupo Parlamentario Popular hace ya casi 6 años, se ha hecho público un importante sondeo de opinión sobre "Jóvenes y diversidad sexual" realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para el Injuve entre personas de 15 a 29 años de toda España. En él se ofrece una radiografía muy valiosa para comprender mejor la opinión que tienen nuestros jóvenes sobre numerosas cuestiones relacionadas con la diversidad sexual, en concreto, sobre la homosexualidad, el lesbianismo, la transexualidad y la bisexualidad.
En términos generales, los resultados arrojados por este estudio son muy positivos, en tanto que demuestran que entre la gran mayoría de las y los jóvenes españoles "rige hoy (…) una concepción mucho más abierta, electiva y libre de la sexualidad que la que toleraban las ideologías tradicionales". En particular, interesa destacar un dato muy significativo: el llamado "matrimonio homosexual" es aprobado por el 77% de los encuestados. Esta aceptación no sólo es tan amplia entre personas que se sitúan ideológicamente a la izquierda, sino que incluso quienes se autodefinen como de centro-derecha o derecha admiten también por considerable mayoría el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Estas cifras, por sí solas muy reveladoras, merecen un análisis diferenciado. Desde una perspectiva sociológica, queda ya desterrada la vieja concepción, tan del gusto aún de determinados sectores políticos y religiosos, de que matrimonio "auténtico" sólo es el que se celebra entre un hombre y una mujer. En realidad, el sondeo viene a revelar que quienes se oponen al enlace matrimonial entre personas del mismo sexo lo único que pretenden es imponer su propia ideología, minoritaria, a la dominante (al menos, entre los jóvenes de 15 a 29 años, quienes, por cierto, serán los que protagonicen, en su inmensa mayoría, los nuevos matrimonios).
Si destacamos esto no es porque pensemos que una ideología minoritaria, por el mero hecho de serlo, merezca un menor valor que la dominante. En democracia el valor de una ideología no depende tanto del número de personas que la profesan como de otras variables, vinculadas por lo general a un mundo de principios y valores superiores que, en buena medida, se corresponden con los que encuentran reflejo expreso en las declaraciones de derechos que se recogen en las Constituciones de 
los países democráticos, como es nuestro caso. Antes bien, si destacamos la importancia del dato es precisamente porque a ese dato se ha acudido en nuestro país para poner en entredicho la subsistencia del matrimonio entre personas del mismo sexo. A todos nos consta que el Presidente del Partido Popular, el Sr. Rajoy, públicamente ha señalado que tomará la decisión de mantener o derogar la llamada "ley del matrimonio homosexual" tras haber escuchado al conjunto de la población española. Pues bien, si de escuchar se trata, parece que los jóvenes españoles ya se han pronunciado claramente, como demuestra este estudio de opinión del CIS. Ahora sólo cabe esperar que quien reclama escuchar entienda lo que oye.
Y tampoco vale ampararse, como hace cierto sector de la derecha ideológica, en que el problema no está tanto en reconocer derechos a las parejas homosexuales como en denominar a sus enlaces conyugales "matrimonio", ya que -según el estudio- es inferior al 4% el porcentaje de jóvenes que rechaza esa denominación.
Reconocemos la influencia positiva que sobre estas percepciones de los jóvenes hacia la diversidad sexual han tenido las tres variables a que el informe se refiere: la amistad y conocimiento de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), es decir, la existencia de referentes LGTB "normalizados" en la vida pública; el diálogo sobre sexualidad en el hogar; y, de manera muy especial, el haber recibido en el centro de estudios alguna clase relacionada con la diversidad sexual. No obstante, tampoco se puede despreciar la trascendencia que para la formación de esas percepciones tienen el discurso y las actuaciones de nuestros representantes públicos. Es por eso que desde las asociaciones LGTB seguimos demandando de todos los agentes con incidencia pública un posicionamiento inequívoco a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Demanda que se dirige con especial insistencia hacia el Partido Popular, único responsable de que tras casi seis años de vigencia de la ley, en los que se han celebrado miles de enlaces de este tipo, siga pendiendo, como una amenazante espada de Damocles, un recurso de inconstitucionalidad que revela la auténtica naturaleza de un partido político que considera de peor clase a un grupo de personas por el simple e inocente hecho de amar de forma diferente a la que ellos consideran "normal".
Cada día que pasa el Partido Popular pierde una oportunidad para declarar públicamente su apuesta decidida por un plena equiparación legal entre todas las personas con independencia de cuál sea su orientación sexual o identidad de género. Un partido político con aspiraciones de gobierno a nivel nacional no debería seguir jugando a la ambigüedad en temas que afectan tan directamente a la dignidad de las personas y, en definitiva, a su felicidad.


Antonio Arroyo Gil y Jesús Generelo Lanaspa, Coordinadores de la Comisión de Derechos Humanos de COGAM (Colectivo LGTB de Madrid) y del Área de Educación de la FELGTB, respectivamente.

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