lunes, 25 de abril de 2011

Día de la Visibilidad Lésbica. Carta Abierta a los Partidos Políticos

Desde nuestra realidad de lesbianas y activistas de colectivos LGTB, nos dirigimos a ustedes como nuestros responsables políticos y sindicales para hacerles participes de nuestras últimas reflexiones.

Observando los últimos avances habidos en democracia, y especialmente aquellos que nos conciernen como el matrimonio entre personas del mismo sexo, con la igualdad de derechos que esto conlleva: viudedad, hijas e hijos, protección sanitaria etc.., notamos en falta, mayor nivel de compromiso por parte de ustedes como representantes de esta sociedad, especialmente en cuanto a la realidad de las lesbianas.
Atrás quedaron los tiempos en que había que ocultar nuestra orientación afectivo-sexual para evitar ser objeto de persecución por parte de la autoridad.
Hoy en día no es necesario escondernos, es más, creemos que es necesario el manifestarlo; a fin de que las futuras generaciones de lesbianas, sus familias y entorno, puedan tener mujeres representativas con los que se puedan identificar. Los referentes positivos son absolutamente necesarios para terminar de erradicar los estereotipos existentes y realmente avanzar en la igualdad social.
Llegadas aquí, nos surge esta pregunta ¿dónde está la lesbiana de tu partido o sindicato? ¿Cómo puede ser que tras todo lo ocurrido la sociedad no conozca a ninguna lesbiana de su entorno? ¿Qué ocurre para que si existan referentes gays y no lésbicos? ¿Cabe pensar que no existen? o ¿existe el miedo a expresarlo?
Nuestra reflexión no va encaminada a obligar a nadie a declarar acerca de su lesbianismo, pero como mujeres nos preguntamos ¿cuándo dejó lo personal de ser político? Las mujeres siempre hemos hecho de nuestro cuerpo y realidad bandera de los avances que más directamente nos competen.
Sinceramente creemos que como representantes públicos tienen un compromiso social en el que ciertos aspectos personales pueden dejar de serlo en aras de un bien común. Porque la negación de la verdad solo puede ser justificada desde lo vergonzoso, punitivo o pecaminoso. Y ninguna de estas tres cosas tiene nada que ver con la realidad de las lesbianas.

En este 26 de Abril, Día de la Visibilidad Lésbica, queremos llamar a todas las mujeres lesbianas, que forman parte de  partidos, sindicatos, grupos feministas o demás organizaciones sociales, para que se atrevan a dar un paso al frente y declarar pública y abiertamente su condición de lesbianas. Ello supondría un gran revulsivo social en el avance respecto a las libertades porque ¿de qué vale que nosotras nos empoderemos si desde la política se nos niega?
Junta Directiva de COGAM

viernes, 8 de abril de 2011

ANTE EL VIH, ESTOY SEGURO (CAMPAÑA DE LA FELGTB)

http://www.felgtb.com/estoy-seguro/descargas.html

COGAM. Guía de Sexo Más Seguro 2011. Para Hombres que tiene Sexo con Hombres (HSH) y que viven con VIH.

Te presentamos una nueva guía especialmente pensada para Hombres que tienen Sexo con Hombres y que viven con el VIH. En ella encontrarás información sencilla y útil sobre diferentes Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) así como la mejor manera de mantenerlas a raya.

Ser VIH+ no significa que no se pueda disfrutar de la sexualidad, pero sí implica una mayor atención a la salud y a las medidas preventivas que estén en nuestra mano.

En COGAM puedes encontrar diferentes servicios y actividades en torno al VIH, si crees que alguno puede ser de tu interés, no dudes en contactar con nosotros:
El VIH sigue siendo haciendo mella en el colectivo LGTB y atajar esta pandemia tiene que ser una de nuestra prioridades. Por eso si crees que puedes aportarnos tu tiempo, tu ayuda o tu experiencia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Y si el tiempo o la distancia de lo impiden puedes asociarte o hacer un donativo y apoyar económicamente  nuestro trabajo.


Gay Inform/Línea Lesbos: 91 523 00 70 (de lunes a viernes de 18 a 21h)
Haz un Donativo: Caja Madrid, nº cuenta 2038 - 1070 - 11- 6000538902

lunes, 4 de abril de 2011

"Y bisexuales...", por Esperanza Montero. Ponencia de COGAM presentada en los Encuentros Estatales de Asociaciones LGTB de Barcelona 2011.

Y bisexuales…
Esta es la frase que solemos emplear las personas bisexuales en alto, en Facebook, en discursos, ponencias, reuniones de cualquier tipo, cuando alguien se olvida de nosotr@s.  Y lamentablemente es una coletilla que debemos seguir empleando en nuestro día a día. Por ello titula esta ponencia, porque tod@s habréis escuchado en boca de cualquiera de nosotr@s esta expresión.

Los bisexuales pese a haber estado en el movimiento LGTB desde el comienzo (el primer orgullo que se celebró en Nueva York, lo  organizó Brenda Howardt que era una activista bisexual), hemos estados altamente invisibilizados y asimilados en el movimiento homosexual y transexual, quizá porque no hemos sabido construir o comunicar efectivamente nuestro propio discurso. Parece que es hace muy poquito que nos hemos unido al movimiento, pero realmente hemos estado trabajando en el activismo LGTB muchas veces siendo identificad@s como gays y lesbianas.

Bisexualidad, según el manifiesto de las Primeras Jornadas sobre Bisexualidad organizadas por Arcópoli y COGAM, es la potencialidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género y/o sexo, no necesariamente en el mismo momento, de la misma manera ni al mismo nivel.

Isabel Portero señala que existe una:
Potencialidad: capacidad INNATA para sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual.
Orientación: desarrollo de la potencialidad A LO LARGO DE LA VIDA.
Identificación: la manera en que un@ se muestra ante los demás.

Me pongo como ejemplo para que se comprenda. Soy bisexual, me identifiqué inicialmente como heterosexual, posteriormente como lesbiana y finalmente como bisexual. Existen numerosos ejemplos de personas bisexuales que se identifican socialmente como heterosexuales, de mujeres bisexuales que políticamente se identifican como lesbianas e incluso algunos ejemplos de personas que se identifican como bisexuales y no lo son.

Identificarse con una orientación es un derecho individual en el que nadie debe interferir, forma parte de un proceso vital en el que se puede cambiar de opinión libremente. Nuestro trabajo no es poner etiquetas a nadie sino dar la información suficiente para que cada un@ conozca todas las orientaciones y nunca trate de vivir una vida al servicio de su identificación. Sino que la identificación, la etiqueta, refleje la realidad de lo que esa persona desee mostrar al mundo.

Los problemas con los que lidiamos los grupos bisexuales son las falsas creencias asociadas a una orientación no heterosexual y que a tod@s les sonarán conocidos porque son mitos aplicables a las realidades no heterosexuales: se dice que somos enferm@s, promiscu@s e infieles.

Pero además de esto, por la ruptura con la norma binarista de la sociedad, se plantean otra serie de dificultades.

Se mezclan conceptos que nada tienen que ver con una orientación, como el tipo de relaciones que podemos mantener (si somos monógam@s o no), el tipo de prácticas que realizamos (convencionales o no) o el grado de fidelidad hacia nuestras parejas. Todos estos aspectos dependen de las individualidades, no de la orientación afectivo/sexual de esas individualidades.

Por ese mismo motivo, en el grupo  de Bisexuales de COGAM hemos tomado la decisión política a corto plazo de no ligarnos bajo ningún concepto a actividades en las cuales se nos pueda relacionar con promiscuidad, con relaciones abiertas o de poliamoría o con prácticas sexuales no convencionales. Si alguna persona de nuestro grupo acude a esos eventos lo hace como persona individual y remarca siempre que estos conceptos no están vinculados a la bisexualidad, ya que no queremos colaborar a esa mezcla errónea entre orientaciones, prácticas sexuales y tipos de relación.

Hemos escuchado en numerosos talleres con población LGTB que nosotr@s somos traidores a la homosexualidad. Que somos inmadur@s. Que la bisexualidad es un mero tránsito entre una orientación y otra.

La realidad es que la bisexualidad es una orientación afectivo/sexual en sí misma, madura y con entidad propia. Que no depende de la circunstancia de con quién mantenemos hoy una relación o de quiénes estamos enamorados, sino de la capacidad que solamente cada un@ de nosotr@s conoce. Que no se cuantifica en porcentajes de mayor o menor bisexualidad, o en fórmulas matemáticas exactas.

Por tanto, estratégicamente nos encontramos ante un problema de visibilidad, ocasionado además de por las dinámicas de opresión social, por un desconocimiento absoluto de qué es ser bisexual y qué implica.

La mayor parte de la población no LGTB conoce qué es ser gay o lesbiana, ya menor parte qué es ser transexual y desde luego para muy poc@s les queda claro qué es ser bisexual tal y cómo lo hemos definido anteriormente. Muchas personas, incluso dentro nuestra comunidad, dudan de la existencia de la bisexualidad. Ello deriva muchas veces en  endodiscriminación de l@s bisexuales dentro de la comunidad LGTB, en la cual podemos sufrir violencia, exclusión, asimilación, estigmatización o marginalización.

Es muy difícil inferir la orientación bisexual de alguien. Si algun@ de nosotr@s ve a una mujer besando a otra mujer por la calle asume automáticamente que es lesbiana. Sólo podría identificarla como bisexual si conociese la historia romántica, afectiva y/o sexual de dicha persona (pudiese conocer sus emociones, sus fantasías, sus deseos, sus prácticas) o si ella se identificase como bisexual de alguna manera. Por tanto, las personas bisexuales solo somos visibles cuando nos identificamos como tales.

Carecemos de una subcultura propia y de referentes. Tanto gays como lesbianas poseen múltiples subculturas, grupos, libros, revistas, películas… Nosotr@s no.  Incluso se adoptan referentes que podrían ser bisexuales como referentes gays o lésbicos por la misma razón que he nombrado antes, cuando algún personaje muestra atracción hacia personas de su mismo sexo se acaba convirtiendo en referente homosexual obviando la bisexualidad como una orientación válida.

La falta de visibilidad, de referentes y la presión social ha obligado a elegir en muchas ocasiones a personas bisexuales entre la heterosexualidad y la homosexualidad. Niega tanto nuestra realidad la presión heteronormativa de la sociedad como la presión homonormativa que ha permanecido durante muchos años en la comunidad LGT.

Os pongo ejemplos de nuestros problemas de visibilidad y de generación de referentes de la población bisexual:

La comunidad LGTB ha logrado el derecho al matrimonio, que públicamente se ha convertido en matrimonio homosexual. El matrimonio entre personas del mismo sexo no necesariamente implica que los contrayentes sean homosexuales. Si empleamos la palabra homosexual asociada a matrimonio obviamos algunas realidades.

Son numerosos los ejemplos de vídeos denominados como lésbicos o gays simplemente porque muestran a dos personas del mismo sexo en una relación afectivo/sexual. O de las campañas, incluso proLGT, en la que se obvia la realidad bisexual. Por ejemplo, la caravana de palomos cojos que enviaba un conocido programa de televisión con el lema de “caravana homosexual”. Yo también soy una paloma coja pero no estoy incluida en esa caravana. Es labor de tod@s visibilizar todas las realidades y velar por la inclusión de todas las letras. No es una cuestión de corrección política, sino una muestra de respeto hacia las siglas LGTB.

El 17 de mayo es conocido como día de la homofobia, bifobia y transfobia, pero en múltiples ocasiones en nuestra comunicación externa entendemos que la bifobia está comprendida en la homofobia y no es cierto.

La bifobia, según Eliason, es el miedo, la discriminación o el odio hacia personas bisexuales. Es un concepto diferente al de homofobia, puesto que incluye estereotipos diferentes y hay personas no homófonas pero sí bífobas. 

La bifobia se expresa consciente o inconscientemente omitiendo la existencia de la bisexualidad, identificándola con conductas que no tienen nada que ver con nosotr@s y dudando de la madurez afectivo/sexual de las personas bisexuales.

Si confundimos homofobia con bifobia, o si incluimos bifobia como parte de la homofobia, estamos invisibilizando problemas específicos de l@s bisexuales.

Tanto la homofobia, la heterofobia, como la bifobia nos afectan a las personas bisexuales. Por ejemplo, si beso a una mujer en público puedo ser victima de homofobia, si beso a un hombre en un bar de ambiente, de heterofobia, si me niegan mi identidad como persona bisexual soy víctima de bifobia. Homofobia y bifobia son fobias de índole estructural mientras que la heterofobia pasa en situaciones muy puntuales.

Es importante que cuando se añada la B en organizaciones LGTB, se haga también  con una campaña de acercamiento y sensibilización a nuestra realidad, que se cambie la estructura de dichas organizaciones adaptándola a un nuevo grupo, que siempre ha estado ahí, pero sin voz propia, y que permita a tod@s las componentes de la organización entender la realidad afectivo sexual de las personas bisexuales, nuestra subjetividad y como nos afecta específicamente la opresión estructural que emana de la sociedad

Todos estos ejemplos, sumados a muchos otros que involuntariamente prestan muchas asociaciones, la prensa, ponentes en conferencias LGTB, discursos de políticos, perpetúan un problema muy importante para nosotr@s.

Si no se nos nombra, no existimos en el discurso político.

Si no se nos suma al discurso, no somos una letra con la misma entidad que las demás.

Si no se habla de que estuvimos ahí, no generamos referentes para nadie y en cambio desmotivamos a muchos activistas que sí estuvieron allí y que se sienten ninguneados cada vez que se les olvida, aunque sea de manera involuntaria.

Si asumimos que la realidad de parejas del mismo sexo es exclusivamente gay o lésbica estamos desplazando orientaciones que existen, que pertenecen a nuestra lucha como activistas y ante las cuales tenemos una responsabilidad.

También hay bisexuales en relaciones con personas heterosexuales, y estas personas como personas bisexuales tienen el mismo derecho a participar en nuestra familia LGTB, si así lo desean.

Si queremos permanecer juntas, las cuatro, cinco o el número de letras que seamos en un futuro tenemos que prestar especial cuidado a las realidades más vulnerables. Hoy es la B, mañana puede ser la Q, la I, pero formamos parte de una misma familia activista, con los mismos fines, pero para alcanzarlos tenemos que ser capaces de entender la realidad y los problemas específicos de tod@s nosotr@s.

Mark Twain decía “La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga”. Usemos las palabras adecuadas que nos sirvan a tod@s sin obviar realidades, no confundamos rayos con luciérnagas. Estamos en el mismo barco y sólo junt@s lograremos alcanzar nuestros objetivos.

"Vivir con VIH", por Kike Poveda. Ponencia de COGAM presentada en los Encuentros Estatales de Asociaciones LGTB de Barcelona 2011

Vivir con VIH

Para las personas que viven con VIH lo peor es no saber que están infectad@s. Este hecho facilita llegar al diagnostico de una forma tardía lo que implica que nuestro sistema inmune presente un grado importante de deterioro que conlleve o un nivel bajo de defensas o haber empezado a desarrollar la enfermedad o una alta posibilidad de presentar una enfermedad oportunista. De ahí la importancia de la prueba, una vez al año o cuando se han tenido cualquier practica de riesgo, independientemente de con quien se tenga. Aun queda gente que muere de VIH, normalmente,  por llegar demasiado tarde al diagnostico de la enfermedad ya que las personas recién diagnosticadas pueden estar recién infectadas, o desgraciadamente lo que es mas corriente, llevar mas tiempo con su infección.
Para los diagnosticados hace tiempo que  el panorama es muy diverso. Unos tenemos enfermedades relacionadas con el uso de los tratamientos como puedan ser la diabetes o problemas en el metabolismo lipídico (de las grasas) , enfermedades cardiovasculares,etc.  Si tenemos además  alguna otra infección como las hepatitis B y C, herpes , infección por virus del papiloma humano, sífilis, etc, estas cursan con peor pronostico que en el resto de la población.

Las personas recién diagnosticadas pueden estar recién infectad@s o llevar mas tiempo con su infección.Las personas que vivimos con VIH desde hace mucho tiempo llevamos una vida un poco complicada , aparte del cansancio de tener que ir frecuentemente al hospital , al medico, a la farmacia, a sacarnos sangre, a hacernos pruebas diagnosticas de otras patologías también relacionadas con el vih, o producidas por los tratamientos, tomar la medicación diaria  y además  tomar tratamiento para las enfermedades producidas por los bajones de defensas, estas enfermedades que en muchas ocasiones no son definitorias de sida.  Much@s estamos cansados , esto no es siempre así pero no hablar de ello seria no dar una imagen real de cómo son las  vivencias  de muchas de las personas que vivimos con VIH.


Hablar de que esto lo que supone es tener una  enfermedad crónica que se trata con una sola pastilla es banalizar la enfermedad. Una sola pastilla esta compuesta por dos o tres fármacos diferentes cada uno de ellos con sus efectos secundarios. Hacer una sola toma al dia es evidente que es mucho mas sencillo que tener que hacer mas tomas y facilita mucho la adherencia, pero de momento todas las combinaciones tienen algún efecto secundario, todavía hay compuestos que tienen como efecto secundario la Lipodistrofia ( distribución anormal de los lípidos en el cuerpo) y aun teniendo menos efectos adversos no sabemos si en un futuro tendrán , es decir un fármaco que se lleva usando 4 años solo podemos saber los efectos adversos en esos  cuatro años, no sabemos los que va a tener en veinte años mas.

El miedo a la muerte aunque teóricamente este desterrado sigue  existiendo en el imaginario social  aunque este demostrado que la esperanza de vida es igual en las personas que viven con vih que el las que no viven con el virus.


Por otro lado esta el estigma asociado a la enfermedad, al vih/sida que en nosotros LGTB que vivimos con vih es doble por ser  gais , lesbianas ,transexuales y bisexuales y al que hay que añadir  el vivir con VIH/sida, doble estigma difícil de afrontar, y que se agrava con determinadas situaciones que visualizan nuestra seropositividad, como por ejemplo, tener lipodistrofia.

Sentirnos rechazados socialmente añade un sufrimiento extra al propio de la enfermedad, las personas que deciden ocultarlo van mermando su autoestima y acrecentando su autoestigma a veces magnificado mas alla del que realmente existe.
La discriminación en determinados momentos de la vida la percibimos de manera real o la sentimos real cuando nos revelamos contra el silencio
Esto hace que muchas personas no quieran hacerse la prueba del vih por temor al rechazo ante un diagnostico positivo lo que dificulta las campañas de detección y el abordaje temprano de la infección o la enfermedad con lo que sube la carga viral de la comunidad LGTB y  las  tasas de prevalencia que hay en ella sobre todo en HSH y mujeres transexuales que ejercen trabajo sexual, muchos mas altas que en población general.
Estas cifras son escandalosas de un 10% en nuestra comunidad y el 24% en algunos grupos específicos a un 3 por mil en población general
El descenso en el  uso del preservativo  para prevenir el VIH ha facilitado que algunas infecciones de transmisión sexual como  el linfogranuloma venéreo, sífilis, gonorrea, etc estén, de nuevo, en situación epidémica, enfermedades que a su vez contribuyen a la transmisión del vih, situación suficiente para alarmar de la bajada de la guardia en los temas referentes a la salud sexual.  Todos y todas tendríamos que hacer un esfuerzo para detener la situación y el único camino que conocemos es el uso del preservativo tanto masculino como el femenino.

Estigma y discriminación

Las personas que vivimos el estigma pasamos por situaciones complicadas a diario. La discriminación, los comentarios estigmatizantes, descalificaciones heterosexistas, las actitudes lgtbfobas, ver como nos quedamos sin casa por no poder conseguir una hipoteca, o sin coche por no poder conseguir un préstamo, o no poder entrar en una residencia de mayores por que el VIH sigue  considerada enfermedad contagiosa ( en vez de transmisible) y que voy a hacer si no puedo ir con el INSERSO, o tener pegas por parte del cirujano de turno o el dentista de turno, o el vecino de turno o si tenemos un negocio y conocemos que algunos de los clientes que lo saben no vienen a comprar o que no ligan con nosotras o nosotros por que tenemos vih, no vienen a nuestro bar o a nuestra clínica porque conocen nuestro estado serológico, etc, etc, etc, etc.....
Nosotros buscamos la solidaridad, queremos que se informe a la gente de cuales son las verdaderas practicas por las que se puede transmitir la enfermedad  ya que algunas personas aun viven en la ignorancia de las formas de transmisión, incluso en nuestras propias familias si lo saben, a veces, nos siguen poniendo objetos  de higiene y cubiertos aparte.
Solo un 6.7% de la población general según el informe FIPSE 2010  mantendría una relación afectiva sexual con una persona con VIH. Podemos elucubrar si en la comunidad LGTB estos datos pueden ser diferentes pero creo que aunque diferentes pueden ser también muy significativos de la endodiscriminación que se vive y se sufre dentro de nuestra comunidad.
Por todo lo dicho creo que nos queda mucho por avanzar en lo relativo a la estigmatización de las personas que vivimos con VIH y en su no discriminación. Este orgullo puede ser el que a cientos de miles de personas LGTB nos sirva como revulsivo para  plantearnos que  las personas seropositivas sufrimos día a día la discriminación, aunque a veces, las personas que tenemos enfrente no quieran hacernos sentir así,  tomar consciencia de cómo los seropositivos y seropositivas se sienten en su vida diaria, de como los comentarios que se hacen a veces pueden herir nuestra dignidad  y que sobre todo  sirva para que todos nos metamos en la piel de las personas seropositivas y proclamemos que todas la población LGTB  también es seropositiva.